Los ingresos deducibles para los autónomos

Según la AEAT tienen la consideración de ingresos deducibles para los autónomos, los derivados del ejercicio de actividades económicas, empresariales o profesionales. 

Clasificación.

• Ingresos de explotación. Son los ingresos procedentes de la venta de bienes o prestaciones de servicios que constituyan el objeto de la actividad principal del contribuyente.

• Ingresos financieros derivados del aplazamiento o fraccionamiento de operaciones realizadas en desarrollo de la actividad. La contraprestación obtenida por el contribuyente por el aplazamiento (o fraccionamiento) del precio de las operaciones realizadas en desarrollo de su actividad económica habitual. Un ejemplo de ello es permitir pagar una factura a un cliente a plazos pero a cambio exigirle unos intereses por ello. Los intereses cobrados computarían como ingresos.

• Ingresos por subvenciones corrientes y por subvenciones de capital. Las subvenciones corrientes son las que se conceden normalmente para garantizar una rentabilidad mínima o compensar pérdidas ocasionadas en la actividad. Las subvenciones de capital tienen como finalidad primordial la de favorecer la instalación o inicio de la actividad, así como la realización de inversiones en inmovilizado.

• Autoconsumo de bienes y servicios. Se refiere a la recepción de bienes o la prestación de algún servicio cuyo destino sea el patrimonio privado del titular de la actividad o de su unidad familiar.

• IVA devengado. Se da, en mayor medida, cuando el contribuyente opera en régimen Especial del Recargo de Equivalencia. Significa que las compensaciones percibidas, cuyas cuotas de IVA no deban incluirse en declaraciones-liquidaciones correspondientes a este impuesto, se incluirán como ingresos.

• Variación de existencias (solo si hay un aumento de existencias al final del ejercicio).

• Otros ingresos: contraprestaciones por servicios de mediación realizados de manera accidental, contraprestaciones por la prestación eventual de ciertos servicios (transporte, reparaciones, asesoría, informes…), ingresos por servicios al personal, los excesos y aplicaciones de provisiones y de pérdidas por deterioro, las indemnizaciones percibidas de entidades aseguradoras…etc.

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